martes, 1 de abril de 2008

La sociedad de la Tierra plana


Y quien lo diría, aun en nuestros días hay personas quienes creen que la Tierra es plana, cuantos fenómenos no alcanzarían a explicar estas personas, por ejemplo el origen de las estaciones, que pensaran por ejemplo de la atmosfera o del universo, cual creerán ellos que es el límite de nuestra Tierra plana...

La gente, claro, los toma por locos, de la misma manera que toman por locos a los que no estamos de acuerdo con la evolución y el origen de las especies, el calentamiento global o el holocausto... A lo mejor podrían tener sus pruebas y sus argumentos, deben tenerlos para aun ser una sociedad establecida y con oficinas, pero que curioso es, saber que después de tantos años de avances científicos aun crean en una teoría que hace mucho dejo de serla, pero bueno reitero muchos los encasillaran en la misma bandada de gente escéptica de otras cuantas teorías que realmente tienen un fin económico o espiritual, lavado de cerebro, creando arquetipos borregos del sistema que no aceptan teorías diferentes.

Si bien yo sí creo que la Tierra es plana, si bien se que para comprender tantos fenómenos de nuestro planeta debemos dar como verdad absoluta que nuestro planeta es una esfera completa, me parece que ellos también merecen un espacio en este blog, que a pesar de no ir al ritmo en que empezó hace ya varios meses, aun publica temas que van de alguna manera poniéndose de ese otro lado que la gente no puede apreciar, esa otra verdad...

Leyendo en estos días un interesante libro del Tibetano Lobsang Rampa, "El testamento de Rampa", el hacia un interesante apunte en medio de uno de sus capítulos en el compara a las personas escépticas de la teoría de la Tierra Hueca (ver artículo de la Teoría de la Tierra hueca) con las que aun creen que sea la Tierra plana, ya que están desechando ciertas pruebas contundentes acerca de la otra verdad, y bueno, me llamo la atención y me animo a investigar un poco acerca de estos personajes que aun existen en Inglaterra y se denominan "La sociedad de la Tierra Plana".

Cuando el astronauta Neil Armstrong puso pie en la Luna por primera vez el 21 de julio de 1969, millones de personas en todo el mundo pensaron que se estaba realizando una de las mayores proezas de la historia. Sin embargo, existe constancia de un grupo de disconformes: la Sociedad Internacional de la Tierra Plana, con sede central en California (EE. UU.), que asegura que la supuesta hazaña de alcanzar la Luna no fue más que una escena de ciencia-ficción astutamente organizada.

Según estos originales opinantes, las históricas palabras de Armstrong al descender del módulo Eagle y apoyar su pie en la superficie polvorienta de la Luna, a 400.000 km de la Tierra, eran típicas de un guionista: «Un pequeño paso para un hombre, un gigantesco salto para la Humanidad». En cuanto a las fotografías que todo el mundo piensa que fueron tomadas en el espacio y muestran a la Tierra como una esfera giratoria, resultan demasiado ridículas para merecer el menor comentario.

Según los miembros de la Sociedad de la Tierra Plana, el Sol gira alrededor de la Tierra y no la Tierra alrededor del Sol, como la humanidad admite después de Copérnico. Esta sociedad, cuyo número de componentes no ha podido ser fijado, pero que parece inferior al centenar, rechaza gran parte del pensamiento vigente sobre la forma de la Tierra. Afirma que el linaje humano está siendo víctima de uno de los mayores engaños de todos los tiempos.

Desde sus oficinas centrales en Lancaster (California), este grupo se complace en editar innumerables boletines y panfletos contra los males de la ciencia. La sociedad se fundó hacia el año 1800 en Gran Bretaña y en los Estados Unidos y, según su antiguo presidente Charles Johnson, desciende de la Sociedad Zetética (Zetetic Society), que a su vez tomó el nombre de una escuela de filósofos escépticos de la antigua Grecia. La Sociedad Zetética perduró bajo este nombre hasta 1956, en que el nuevo secretario, William Shenton, de Dover llnglaterra), adoptó el actual título. La sociedad defiende que la Tierra es plana, y que las masas continentales se agrupan alrededor del llamado Polo Norte. La región antártica no es la isla de masa compacta considerada comúnmente, sino un impenetrable cinturón glacial existente alrededor de la Tierra.

Según los miembros de la Sociedad de la Tierra Plana, nunca se han llevado a cabo expediciones trasantárticas. Los exploradores, engañados por sus instrumentos, recorrieron simplemente un arco glacial dentro del cinturón. Shenton, que murió en 1971, arremetía contra las ya estudiadas dimensiones siderales. Aseguraba que la Luna sólo mide 51 km de diámetro, frente a los 3.456 km oficialmente establecidos, y que sólo dista de la tierra unos 4.000 km en vez de 380.000 km. El Sol, ligeramente mayor que la Luna, se encuentra solamente a 5.000 km de nosotros y no a 150 millones de kilómetros, como se ha hecho creer a la gente.

Y se burlaba diciendo: «¿Podemos imaginarnos los veranos que tendríamos si el Sol distase de la Tierra tanto como afirman los científicos?» En cuanto a las estrellas, no eran sino cuerpos muy pequeños, situados «a pocos miles de kilómetros de la Tierra». Pero si la Tierra es plana, como sostienen estos hombres, se plantea la delicada cuestión de saber lo que existe al otro lado. Shenton decía que al otro lado está el agua.

Pero confesaba su perplejidad cuando se le argüía si había algo debajo del agua. La sociedad sostiene que la Biblia apoya sus convicciones; pues Moisés, autor de los cinco primeros libros del Antiguo Testamento, manifiesta que el Cielo se halla arriba, la Tierra abajo, y el agua bajo la Tierra. Shenton se convenció por vez primera de la inmovilidad y condición plana de la Tierra en 1918, al final de la primera guerra mundial. Pero en la mente independiente de este hombre no todo casaba bien. Tuvo la idea de fundar una compañía internacional de transportes mediante globos.

La cosa no podía ser más sencilla: si la Tierra giraba como un enorme tiovivo bastaba lanzar un globo que, vientos aparte, permanecería inmóvil hasta alcanzar la vertical de su punto de destino. Pero Shenton no lograba ver claro en el asunto, pues sus creencias se oponían al movimiento de rotación terrestre. Si la Tierra estaba fija, como él y los suyos defendían, el lugar de lanzamiento permanecería siempre donde estaba: es decir, debajo del globo.

Se caen solos como muchos que levantan mentiras como grandes verdades y desconsideran que hay pruebas y argumentos, se hacen tercos ante la realidad para tratar de convencer a la gente, esta vez no fueron lo suficientemente convincentes o no tuvieron suficiente apoyo o seguramente la idea no era tan lucrativa. O no creen que al lado de estos personajes deberían estar otros grandes estafadores actuales, por ejemplo Al Gore, a lo mejor ellos querían obtener crédito con esto y no lo lograron, a lo mejor querían imponer una mentira en la sociedad como muchos pero no lo lograron…
FUENTE:

2 comentarios:

Miguelangel dijo...

Invito a todos esos creyentes de tierra plana a que agarren unos telescopios, se dispongan a observar a los planetas de este sistema y luego a calcular sus trayectorias a base de cálculos, así como la de todos los satélites naturales y el sol, también a calcular sus distancias a base de cálculos en el desplazamiento de la luz y prueben todo eso.

Si no confían en los modelos matemáticos que hay que usar entonces a base de experimentos acá en la tierra generen sus modelos matemáticos para hacer los cálculos mencionados anteriormente.

Todo eso dicho es pura creencia y nada de pruebas.

Por cierto, si reunen el dinero suficiente pueden pagarse un viaje al espacio exterior, Richard Branson ya tiene una lista de espera y aunque sus nave es suborbital es suficiente para ver la forma de la tierra.

Anónimo dijo...

Cada quien puede creer lo que quiera, pero existen muchos fenomenos imposibles de explicar desde la perspectiva de la tierra plana. Incluso las teorias de albert Einstein tendrian que rechazarse desde esa optica. Me parece casi como que estos libre pensadores hacen como el avestruz (como no me gusta lo que observo meto la cabeza en un agujero, es decir, me encierro en mis teorías, en mi verdad). Bueno vaya por delante su verdad y en cuanto a la Biblia, cada grupo religioso la toma como le conviene.