El ataque al pentágono es sin duda el mejor reflejo de la manipulación en que nos vemos sometidos, todo estuvo mal, las evidencias son contundentes aun más que en lo sucedido en las torres gemelas.
La mejor de las mentiras es aquella que nunca se descubrió, esta es una de las peores.
El video fue recomendado por el Monseñor de Inglaterra, el cual hizo un par de conferencias con respecto al nuevo orden mundial en la actualidad a finales del 2005 en algunas universidades en Bogotá, hizo énfasis en el 11 de Septiembre, la impotencia y gran tristeza que sintió mientras concluía no le permitió terminar la charla y mientras una lagrima rodaba por su cara se retiró del aula, sin comentarios.
La mejor de las mentiras es aquella que nunca se descubrió, esta es una de las peores.
El video fue recomendado por el Monseñor de Inglaterra, el cual hizo un par de conferencias con respecto al nuevo orden mundial en la actualidad a finales del 2005 en algunas universidades en Bogotá, hizo énfasis en el 11 de Septiembre, la impotencia y gran tristeza que sintió mientras concluía no le permitió terminar la charla y mientras una lagrima rodaba por su cara se retiró del aula, sin comentarios.
Los beneficios para USA & compañia del 911
La explicación convencional es que después de que las Torres Gemelas fueron atacadas, la venganza contra las bases de al-Qaida en Afganistán era un primer paso natural de una lanzada guerra global contra el terrorismo. Entonces, ya que se suponía por parte del gobierno de EE.UU. y del Reino Unido que Saddam Hussein poseía armas de destrucción masiva, la guerra también podría extenderse a Irak. Sin embargo en esta teoría no encajan todos los hechos. La verdad puede ser aún mucho más turbia.
Sabemos ahora que un proyecto para la creación de una Paz Americana Global fue realizado por Dick Cheney (ahora vicepresidente), Donald Rumsfeld (secretario de la defensa), Paul Wolfowitz (Asesor de Rumsfeld), Jeb Bush (el hermano menor de George Bush) y Lewis Libby (jefe de gabinete de Cheney).
Sabemos ahora que un proyecto para la creación de una Paz Americana Global fue realizado por Dick Cheney (ahora vicepresidente), Donald Rumsfeld (secretario de la defensa), Paul Wolfowitz (Asesor de Rumsfeld), Jeb Bush (el hermano menor de George Bush) y Lewis Libby (jefe de gabinete de Cheney).
El documento, titulado "reconstruyendo la defensa norteamericana, fue escrito en septiembre del 2000 por los estrategas, Proyecto para el Nuevo Siglo Norteamericano (PNAC).
El plan muestra que el gabinete de Bush pensó tomar el control militar de la región del Golfo independiente si Saddam Hussein estaba o no en el poder. Dice que "mientras el conflicto irresoluto con Irak proporciona la justificación inmediata, la necesidad de una presencia sustancial de fuerza norteamericana en el Golfo transciende el problema del régimen de Saddam Hussein."
Primero, está claro que las autoridades norteamericanas hicieron muy poco o nada para prevenir los eventos de Sept/11. Se sabe que por lo menos 11 países proporcionaron advertencia previa a EE.UU. de los ataques de sept/11. Dos expertos del Mossad fueron enviados a Washington en agosto del 2001 para alertar a la CIA y al FBI de una célula de 200 terroristas que estaría preparando una operación grande (Daily Telégraph 16 de septiembre del 2001). La lista que ellos proporcionaron incluían los nombres de cuatro de los secuestradores de sept/11, ninguno de ellos fue arrestado.
De esto pareciera que la llamada "guerra al terrorismo" se está usando mayoritariamente como una cubierta ficticia por EE.UU. para lograr objetivos geopolíticos estratégicos más amplios.
De hecho, el propio Tony Blair indicó a esto cuando dijo al Comité de enlace de los Comunes: Para ser sincero sobre esto, no había ninguna forma por la cual podríamos obtener el consentimiento público para haber lanzado una campaña de pronto en Afganistán, si no hubiese pasado el 11 de septiembre" (Times, 7 de julio del 2002).
En forma similar Rumsfeld estaba determinado para obtener una razón para un ataque en Irak así que él le pidió a la CIA, en 10 peticiones separadas, que encontrara evidencia que uniera a Irak con sept/11; la CIA regresó con las manos vacías en cada ocasión (Time Magazine, 13 de mayo del 2002).
De hecho, sept/11 ofreció un pretexto sumamente conveniente para poner los planes del PNAC en acción. La evidencia es de nuevo bastante clara que los planes para la acción militar contra Afganistán e Irak estaban bien a la mano antes de sept/11. Un informe preparado para el gobierno norteamericano del Instituto Baker de Política Pública declaró en abril del 2001 que "Estados Unidos está prisionero de su dilema de energía. Irak sigue siendo una influencia desestabilizadora al... flujo de petróleo a los mercados internacionales desde el Medio Oriente". Dirigido al grupo de tarea de energía del Vicepresidente Cheney, el informe recomendaba que: Porque esto, era un riesgo inaceptable para EE.UU., "la intervención militar era necesaria" (Sunday Herald domingo, 6 de octubre del 2002).
Evidencia similar existe con respecto a Afganistán. La BBC informó (el 18 de septiembre del 2001) que Niaz Niak, un ex ministro del exterior paquistaní, conversó con funcionarios norteamericanos de alto nivel en una reunión en Berlín a mediados de junio del 2001 que le dijeron "las acciones militares contra Afganistán se llevarían a cabo a mediados de octubre".
Hasta julio del 2001 el gobierno norteamericano vio al régimen del Taliban como una fuente de estabilidad en Asia Central que posibilitaría la construcción de tuberías de hidrocarburos desde los campos de petróleo y gas de Turkmenistan, Uzbekistán, Kazakstán, a través de Afganistán y Pakistán, al Océano Indico. Pero, confrontado con la negativa del Taliban para aceptar las condiciones norteamericanas, los representantes norteamericanos le dijeron "o ustedes aceptan nuestra oferta de una alfombra de oro o nosotros les enterramos bajo una alfombra de bombas" (Inter Press Service, 15 de noviembre del 2001).
Dado este precedente, no es sorprendente que algunos han visto en el fracaso norteamericano para evitar los ataques de sept/11 como la creación de un inestimable pretexto para atacar Afganistán en una guerra que claramente ya se tenía planeada de antemano. Hay un posible precedente para esto.
Los archivos nacionales norteamericanos revelan que el Presidente Roosevelt usó exactamente la misma acción en relación a los ataques de Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941. Alguna advertencia previa de los ataques fue recibida, pero la información nunca alcanzó a la flota norteamericana.
El ultraje nacional resultante, persuadió a un público norteamericano renuente para participar en la segunda guerra mundial. En forma similar el proyecto de PNAC de septiembre del 2000 declara que el proceso de transformar a EE.UU. en "la fuerza dominante del mañana" pareciera ser muy largo en la usencia de "algún evento catastrófico y catalizador - como un nuevo Pearl Harbor".
Los ataques de sept/11 le permitieron a EE.UU. apretar el botón "go" para una estrategia de acuerdo con la agenda de PNAC que habría sido, por otra parte, políticamente imposible de llevar a cabo.
La atropellante motivación para esta cortina de humo política es que EE.UU. y el Reino Unido están empezando a perder la seguridad de suficientes suministros de energía de hidrocarburos. Por el 2010 el mundo musulmán controlará tanto como un 60% de la producción de petróleo del mundo y más importante aún, controlará el 95% de la capacidad de exportación de petróleo global.
Tal como la demanda es creciente, la disminución del suministro ha sido continua desde los años sesenta.
Esto está llevando a la dependencia creciente de suministros de petróleo extranjero tanto para EE.UU. y el Reino Unido. EE.UU. que en 1990 produjo el 57% de su demanda doméstica de energía total, producirá, según se predice, sólo el 39% de sus necesidades en el 2010. Un ministro DTI ha admitido que el Reino Unido podría estar enfrentando "severa" escasez de gas por el 2005. El gobierno del Reino Unido ha confirmado que el 70% de la producción de nuestra electricidad vendrá del gas por el 2020 y que se importará el 90% de este. En ese contexto debe hacerse notar que Irak, tiene 110 trillones de pies cúbicos de reservas de gas, además de su petróleo.
Un informe de la comisión en intereses nacionales de Norteamérica en julio del 2000 hace notar que la nueva fuente más prometedora de suministros mundiales era la región del mar Caspio y esto relevaría la dependencia norteamericana en Arabia Saudita. Diversificar rutas de suministro desde la zona del Caspio, una tubería podría correr hacia el oeste vía Azerbaiyán y Georgia hasta el puerto turco de Ceyhan. Otra se extendería hacia Este a través de Afganistán y Pakistán y terminaría cerca de la frontera india. Esto rescataría la sitiada planta de poder de Enron en Dabhol, la costa oeste de India en la que Enron había invertido $3 billones y cuya sobre vivencia dependía del acceso a gas barato.
El Reino Unido no ha estado desinteresado en esta lucha por los restantes suministros mundiales de hidrocarburos, y esto puede explicar, en parte, la participación británica en las acciones del ejército norteamericano.
El plan muestra que el gabinete de Bush pensó tomar el control militar de la región del Golfo independiente si Saddam Hussein estaba o no en el poder. Dice que "mientras el conflicto irresoluto con Irak proporciona la justificación inmediata, la necesidad de una presencia sustancial de fuerza norteamericana en el Golfo transciende el problema del régimen de Saddam Hussein."
Primero, está claro que las autoridades norteamericanas hicieron muy poco o nada para prevenir los eventos de Sept/11. Se sabe que por lo menos 11 países proporcionaron advertencia previa a EE.UU. de los ataques de sept/11. Dos expertos del Mossad fueron enviados a Washington en agosto del 2001 para alertar a la CIA y al FBI de una célula de 200 terroristas que estaría preparando una operación grande (Daily Telégraph 16 de septiembre del 2001). La lista que ellos proporcionaron incluían los nombres de cuatro de los secuestradores de sept/11, ninguno de ellos fue arrestado.
De esto pareciera que la llamada "guerra al terrorismo" se está usando mayoritariamente como una cubierta ficticia por EE.UU. para lograr objetivos geopolíticos estratégicos más amplios.
De hecho, el propio Tony Blair indicó a esto cuando dijo al Comité de enlace de los Comunes: Para ser sincero sobre esto, no había ninguna forma por la cual podríamos obtener el consentimiento público para haber lanzado una campaña de pronto en Afganistán, si no hubiese pasado el 11 de septiembre" (Times, 7 de julio del 2002).
En forma similar Rumsfeld estaba determinado para obtener una razón para un ataque en Irak así que él le pidió a la CIA, en 10 peticiones separadas, que encontrara evidencia que uniera a Irak con sept/11; la CIA regresó con las manos vacías en cada ocasión (Time Magazine, 13 de mayo del 2002).
De hecho, sept/11 ofreció un pretexto sumamente conveniente para poner los planes del PNAC en acción. La evidencia es de nuevo bastante clara que los planes para la acción militar contra Afganistán e Irak estaban bien a la mano antes de sept/11. Un informe preparado para el gobierno norteamericano del Instituto Baker de Política Pública declaró en abril del 2001 que "Estados Unidos está prisionero de su dilema de energía. Irak sigue siendo una influencia desestabilizadora al... flujo de petróleo a los mercados internacionales desde el Medio Oriente". Dirigido al grupo de tarea de energía del Vicepresidente Cheney, el informe recomendaba que: Porque esto, era un riesgo inaceptable para EE.UU., "la intervención militar era necesaria" (Sunday Herald domingo, 6 de octubre del 2002).
Evidencia similar existe con respecto a Afganistán. La BBC informó (el 18 de septiembre del 2001) que Niaz Niak, un ex ministro del exterior paquistaní, conversó con funcionarios norteamericanos de alto nivel en una reunión en Berlín a mediados de junio del 2001 que le dijeron "las acciones militares contra Afganistán se llevarían a cabo a mediados de octubre".
Hasta julio del 2001 el gobierno norteamericano vio al régimen del Taliban como una fuente de estabilidad en Asia Central que posibilitaría la construcción de tuberías de hidrocarburos desde los campos de petróleo y gas de Turkmenistan, Uzbekistán, Kazakstán, a través de Afganistán y Pakistán, al Océano Indico. Pero, confrontado con la negativa del Taliban para aceptar las condiciones norteamericanas, los representantes norteamericanos le dijeron "o ustedes aceptan nuestra oferta de una alfombra de oro o nosotros les enterramos bajo una alfombra de bombas" (Inter Press Service, 15 de noviembre del 2001).
Dado este precedente, no es sorprendente que algunos han visto en el fracaso norteamericano para evitar los ataques de sept/11 como la creación de un inestimable pretexto para atacar Afganistán en una guerra que claramente ya se tenía planeada de antemano. Hay un posible precedente para esto.
Los archivos nacionales norteamericanos revelan que el Presidente Roosevelt usó exactamente la misma acción en relación a los ataques de Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941. Alguna advertencia previa de los ataques fue recibida, pero la información nunca alcanzó a la flota norteamericana.
El ultraje nacional resultante, persuadió a un público norteamericano renuente para participar en la segunda guerra mundial. En forma similar el proyecto de PNAC de septiembre del 2000 declara que el proceso de transformar a EE.UU. en "la fuerza dominante del mañana" pareciera ser muy largo en la usencia de "algún evento catastrófico y catalizador - como un nuevo Pearl Harbor".
Los ataques de sept/11 le permitieron a EE.UU. apretar el botón "go" para una estrategia de acuerdo con la agenda de PNAC que habría sido, por otra parte, políticamente imposible de llevar a cabo.
La atropellante motivación para esta cortina de humo política es que EE.UU. y el Reino Unido están empezando a perder la seguridad de suficientes suministros de energía de hidrocarburos. Por el 2010 el mundo musulmán controlará tanto como un 60% de la producción de petróleo del mundo y más importante aún, controlará el 95% de la capacidad de exportación de petróleo global.
Tal como la demanda es creciente, la disminución del suministro ha sido continua desde los años sesenta.
Esto está llevando a la dependencia creciente de suministros de petróleo extranjero tanto para EE.UU. y el Reino Unido. EE.UU. que en 1990 produjo el 57% de su demanda doméstica de energía total, producirá, según se predice, sólo el 39% de sus necesidades en el 2010. Un ministro DTI ha admitido que el Reino Unido podría estar enfrentando "severa" escasez de gas por el 2005. El gobierno del Reino Unido ha confirmado que el 70% de la producción de nuestra electricidad vendrá del gas por el 2020 y que se importará el 90% de este. En ese contexto debe hacerse notar que Irak, tiene 110 trillones de pies cúbicos de reservas de gas, además de su petróleo.
Un informe de la comisión en intereses nacionales de Norteamérica en julio del 2000 hace notar que la nueva fuente más prometedora de suministros mundiales era la región del mar Caspio y esto relevaría la dependencia norteamericana en Arabia Saudita. Diversificar rutas de suministro desde la zona del Caspio, una tubería podría correr hacia el oeste vía Azerbaiyán y Georgia hasta el puerto turco de Ceyhan. Otra se extendería hacia Este a través de Afganistán y Pakistán y terminaría cerca de la frontera india. Esto rescataría la sitiada planta de poder de Enron en Dabhol, la costa oeste de India en la que Enron había invertido $3 billones y cuya sobre vivencia dependía del acceso a gas barato.
El Reino Unido no ha estado desinteresado en esta lucha por los restantes suministros mundiales de hidrocarburos, y esto puede explicar, en parte, la participación británica en las acciones del ejército norteamericano.
Lord Browne, ex ejecutivo de la BP (British Petroleum) ha advertido a Washington de no esculpir a Irak para sus propias compañías de petróleo como consecuencia de la guerra (Guardián, 30 de octubre del 2002). Y cuando un ministro de asuntos exteriores británico se reúne con Gadaffi en su tienda del desierto en agosto del 2002, se dijo que "el reino unido no quiere perder la participación a manos de otras naciones europeas que ya se están dando empellones por ventajas cuando vengan potenciales contratos lucrativos de petróleo con Libia" (BBC Online, 10 de agosto del 2000).
La conclusión de todo este análisis deberá ser con toda seguridad que "la guerra global al terrorismo" tiene el sello de un mito político propagado para pavimentar el camino para una agenda totalmente diferente - el objetivo norteamericano de hegemonía mundial- construida alrededor, afianzada por el orden de la fuerza sobre los suministros de petróleo requeridos para llevar a cabo el proyecto completo, recientemente tambien el expresidente de la FED, Alan Greenspan lo anunció en un comunicado de prensa, La invasion a Irak fue por el petroleo.
Fuentes:
*Pentagonstrike.co.uk
*Guardian Newspapers Limited *http://politics.guardian.co.uk/iraq/comment/0,12956,1036687,00.html
2 comentarios:
con esto se me aclara un poco mas la duda que tenia, ya que este "ataque" podria ser una excusa perfecta para comenzar una guerra contra el medio oriente para ganar mas poder aumentando su poderio petrolero. El video estuvo excelenteeee! las pruebas son contundentes, el pentagono era un blanco dispuesto y atacado por su propio pais a base de empezar el "verdadero ataque terrorista" con sus excusas de venganza y la GRAN mentiras de las armas de destruccion masiva!
Excelente, es increible ver como fueron silenciados los medios que estaban dispuestos a declarar una realidad distinta a la vendida, con respecto al ataque, tanto de las torres como el del pentagono. Si los estados unidos son capaces de autoatacarse con el proposito de empezar una guerra sin sentido mas que el de apoderarse del planeta (por apocaliptico que eso suene), es empezando por los paises pobres y ya en gran medida "subyugados", quitandoles los pocos recursos con los que pueden contar y por cierto gran video, muy esclarecedor!
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